Los ETF (fondos cotizados) son instrumentos financieros que pueden estar formados por distintos tipos de valores (normalmente, activos de renta variable o bonos). Los ETF se negocian en bolsa, lo que aumenta su liquidez. Suelen seguir uno de los índices del mercado y no se gestionan activamente. Por ello, los ETF son la forma más rentable de invertir para la mayoría de los inversores.