Invertir en valores respaldados por bonos en Mintos ofrece una forma única de obtener exposición sin tener directamente el bono subyacente. Al considerar bonos garantizados y no garantizados, esto es lo que necesitas saber:
¿Qué son los bonos garantizados?
Los bonos garantizados están respaldados por activos concretos que el emisor de bonos ha pignorado. Los activos sirven como garantía y mecanismo de seguridad para los inversores. Si el emisor de bonos incumple sus obligaciones, los tenedores de bonos tienen derecho a confiscar y vender los activos para recuperar la inversión. Debido a esta garantía extra, se suele considerar que los bonos garantizados tienen un nivel de riesgo más bajo que los bonos no garantizados. La reducción del riesgo puede convertirlos en una opción interesante para aquellos inversores que dan prioridad a conservar su capital y a contar con una red de seguridad.
¿Qué son los bonos no garantizados?
En contraposición a los garantizados, los bonos no garantizados no tienen el respaldo de una garantía específica. El reembolso depende por entero de la capacidad crediticia del emisor y sus posibilidades de cumplir con las obligaciones financieras adquiridas. Por esta razón, como norma general, los bonos no garantizados tienen un nivel de riesgo más alto que los garantizados. Quienes invierten en bonos no garantizados confían más en la estabilidad financiera y la calificación crediticia del emisor, por lo que asumen un nivel de riesgo más alto a cambio de una rentabilidad mayor.
A la hora de inclinarte por bonos garantizados o no garantizados, no pierdas de vista tu nivel de tolerancia al riesgo y tus objetivos de inversión. Los bonos garantizados tienen un plus de seguridad porque tienen el respaldo de una garantía; por su parte, los bonos no garantizados dependen de la capacidad crediticia del emisor y conllevan un riesgo mayor, pero también pueden traducirse en rendimientos más elevados.